Reseña La traición de Camelot de Kiersten White

TODO ES TAL Y COMO DEBE SER EN CAMELOT.

El rey Arturo está expandiendo la influencia de su reino con la reina Ginebra a su lado. Sin embargo, cada noche, a la reina la atormentan sueños llenos de oscuridad y de un poder indescifrable. Puede que Ginebra haya aceptado su papel, pero sigue sin encontrar su lugar en ese mundo. Cuanto más se acerca a las personas que la rodean, a Brangien, que suspira por Isolda, su amor perdido; a Lancelot, que lucha por demostrar su valía como caballero de la reina; y a Arturo, que lo da todo por todos y, por lo tanto, nunca tiene suficiente para Ginebra, más cuenta se da de lo vacía que está. No tiene ni idea de quién era realmente antes de ser Ginebra. Cuanto más intenta proclamarse reina, más se pregunta si Mordred tenía razón y ella no pertenece a ese mundo. Nunca lo hará. Cuando un rescate sale mal provocando la muerte de alguien muy preciado, Ginebra regresa a Camelot, devastada, para enfrentarse a la mayor amenaza que ha llegado. No en forma de la Reina Oscura o de un ejército invasor, sino en forma de la hermana pequeña de la verdadera Ginebra.

¿SERÁ EL FIN DE SU ENGAÑO?

¿Y A QUIÉN ESTÁ ENGAÑANDO REALMENTE?

¿A CAMELOT O A SÍ MISMA?

Camelot vuelve a enfrentar a un antiguo enemigo, los secretos entre sus muros son cada vez mayores, nuevas amenazas de las personas menos esperadas y más magia y conflictos para Ginebra, Arturo y compañía.

Esta segunda parte empieza más o menos por donde terminó el primer libro, la historia continúa avanzando con una Ginebra cada vez más decidida a ser la reina que Camelot y Arturo merecen, pero tiene muchas dudas sobre sus acciones y sobre sí misma y estas inquietudes se ven reflejabas en la novela. Tenemos una historia más anclada, pues ya conocemos las bases y reglas, el tipo de magia y a los personajes, pero continúa siendo un libro de personajes, donde veremos su evolución, tanto personal como las relaciones entre ella, se abren nuevos misterios y no se encuentran demasiadas respuestas, también hay nuevos enemigos y peligros y aunque cuenta con alguna escena de acción y otras más emotivas y tensas el libro es muy muy pausado, se toma su tiempo para crear todo el mundo y explicarnos las acciones así que me ha parecido más el típico libro puente en una trilogía, que sirve para dejar todo en su sitio y dejar el camino despejado para un final más intenso y trepidante.

No son los mejores libros de mi vida, pero me tienen bastante enganchada, ya sea por todo lo que envuelve la figura de Ginebra, como por lio amoroso (que por cierto sigo sin decidirme entre los personajes masculinos porque ambos me fascinan), o que también influye mucho que todo el tema de las leyendas del rey Arturo me encantan y esta nueva perspectiva me parece muy chula. Pero aunque no sean la séptima maravilla pues irá, me entretienen, me hacen pasarlo bien y me dejan con ganas de más, así que por mi parte los recomiendo.

Los personajes están teniendo muy buen desarrollo, como son el eje central de la historia su construcción es extraordinaria, se les conoce muy bien y sufrimos o nos alegramos con ellos… reconozco que les amo a todos, hasta los secundarios están bien llevados y me gustan. No voy a decir mucho más de ellos para no destripar nada, pero vamos que hay personajes que ya conocimos en el primer libro y otros tantos nuevos con los que la autora ha sabido jugar muy bien.

El final es tremendo, en las últimas páginas es donde se condensa la acción y hay giros que madre mía. Solo espero que no tarde mucho en publicarse la tercera y última parte por qué estoy deseando saber que va a pasar.

Más historia, misterios, traiciones, magia y secretos.