Carver Briggs lo tenía todo: una familia guay, le iba bien en el instituto y sus tres amigos eran los mejores del mundo. Amigos de verdad con los que siempre te echas unas risas.
Pero la vida que hasta entonces había conocido se esfumó cuando decidió mandarles un mensaje al móvil. Al cabo de pocos minutos los tres murieron en un accidente.
Ahora Carver no puede dejar de culparse a sí mismo. Y no es el único. La hermana gemela de Eli lo mira como si fuera un asesino, y el padre de Mars, un conocido juez de renombre, presiona al abogado para que lo culpabilice.
Sin embargo, cuando la abuela de Blake decide despedirse de su nieto y celebrar «el día del adiós», las cosas empiezan a cambiar. Gracias al poder del recuerdo, Carver podrá disfrutar de sus mejores amigos una última vez.
Carver acaba de perder a sus tres mejores amigos en un accidente de tráfico y se culpa de ello, ya que sucedió en el momento que les mando un mensaje. Con esa carga a sus espaldas tendrá que lidiar con su nueva realidad, donde algunos de los familiares le culpan y quieren justicia, otros quieren hacer un homenaje para despedirse como se debe e intentar seguir adelante y él no sabe qué sentir ni qué es lo correcto.
“Ojalá lloviera tanto que me limpiara la preocupación y los problemas, tanto que me arrancara la mancha de muerte y la arrastrara hasta los ríos y hasta el mar.”
Me llamó la atención la escueta sinopsis de la contraportada del libro, aunque no sé por qué me dio la impresión que iba a tirar un poco hacia el realismo mágico, así que me he llevado una grata sorpresa al descubrir lo que se escondía en Goodbye Days y lo alejado que estaba de mis sospechas. Ya para empezar os digo que ha pasado a englobar la lista de mis libros favoritos de este año, os podéis hacer una idea de lo mucho que lo he disfrutado y me ha llenado, porque últimamente no había modo de encontrar un libro redondo que me encandilará.

Con delicadeza pero autenticidad nos muestra las diferentes versiones del duelo, los sentimientos de culpabilidad, la verdadera amistad, los lazos familiares, la importancia de vivir el momento, ser tu mismo y disfrutar al máximo con los que te rodean y te quieren o cómo afecta la muerte en las personas y les cambia la vida. Todo esto con mensajes importantes (incluido el de no mandar mensaje mientras se conduce), un toque ligero de humor (aunque es uno de los puntos que menos me ha gustado porque en algunos momentos no le encontraba la gracia a lo que se suponía que tenía que ser tronchante) y una pequeña pincelada secundaria de amor que no le quita peso a la trama principal de Carver.
"Creo que el sentimiento de culpa no duerme. Solo come."
La narración es de diez: sencilla, persuasiva y adictiva, con muchos diálogos intensos y dejándonos ver -mediante el uso de flashbacks - cómo comenzó la amistad de Carver, Eli, Blake y Mars o las cosas importantes que vivieron juntos; además, se centra en el protagonista, en su día a día, sus pensamientos y sentimientos lo que nos hace conocerlo con detenimiento, consiguiendo que conectes con Carver, que entres en conflicto con lo sucedido como le pasa a él y te emociones, su historia me ha llegado de una manera especial.
Para rematar la reseña comentar que es libro único, que merece la pena porque es increíble y que lo único que no me ha convencido es el humor en algunas escenas y la falta de más esencia y fondo de algunos de los personajes como Mars, Eli y algunos de los familiares.
Goodbye days es una historia de sentimientos, de culpa, duelo, vida y amistad.