Reseña 80 melodías de pasión en amarillo de Vina Jackson

Tras la pérdida accidental de su violín, Summer acepta la proposición de un extraño llamado Dominik que se ofrece a regalarle un valiosísimo violín si ella toca en privado para él.

La atracción entre los dos es inmediata y su intensa conexión los llevará a explorar sus deseos más inconfesables. 

Summer mantienen una relación con un chico desde hace unos meses, pero es una relación que no la llena y ya no la aporta nada. Es violinista y gana algo de dinero tocando en cualquier lugar ya sea un parque o el metro, además lo combina con su trabajo de camarera, pero aun así no tiene suficiente y muchas veces pasa calamidades. Por eso cuando en una de sus actuaciones su violín sale mal parado y se siente perdida sin él acepta una solicitud un tanto extraña, en la que le dicen que le compran un violín nuevo si acepta un reto y sus condiciones. De esta manera conocerá a Dominik, un académico adinerado que al verla tocar en el metro quedo completamente fascinado con ella y su música, y se dará comienzo un acuerdo en el que ella tocara para él y así conseguir el instrumento. Pero a pesar de que Summer sabe que detrás ésta petición se esconde un trasfondo mucho más complejo, siente tal curiosidad por lo que pueda suceder y un deseo tan intenso hacia ese hombre que no le importara arriesgarse.

No vayáis con prejuicios ante este libro, sé que hay mucho libros eróticos en el mercado, que os parecerá un Cincuenta sombras más pero no es así, ésta historia es mucho más compleja, más profunda y toca más temas que el BDSM.

La culpa la tiene Vivaldi.
Más concretamente, mi CD de Las cuatro estaciones de Vivaldi. Ahora está boca abajo en la mesilla de noche, junto al cuerpo de mi novio, que ronca suavemente.
Tuvimos una pelea cuando Darren llegó a casa a las tres de la madrugada después de un viaje de negocios y me encontró tumbada en el suelo de madera del cuarto de estar, desnuda, con el concierto sonando todo lo alto que permite su sistema de sonido envolvente. A todo volumen.

No sé ni como describirlo ni por donde empezar la reseña, pues es un libro que hay que leer para saber bien que se va a encontrar uno en su interior. 

Es una historia en la que la música y la sexualidad son claves, factores importantes a la hora de entenderlo y de dejarse llevar. La relación entre los protagonistas no es la típica que nos encontramos habitualmente, Dominik y Summer tienen una relación abierta, donde se dejan llevar por la pasión pero después cada uno puede continuar su vida como bien le plazca, sin dar cuenta de nada a nadie, además no expresan sus sentimientos, o bien por miedo a lo que pueda pasar o porque no saben muy bien que es lo que sienten.

80 melodías de pasión pertenece a una trilogía que se va a ir publicando a lo largo de estos meses. Esta contada en primera persona por Summer, pero también conoceremos la perspectiva de los demás personajes con otros capítulos narrados en tercera persona, algo que es interesante y necesario para entender todo.

Como punto a su favor tengo que decir que el libro se lee de una sentada, yo en un día me lo he terminado y nunca suelo leer tan rápido, siempre me leo un libro como mínimo en 3 días. Y es que éste libro es absorbente como pocos.

Es una historia en la que se mezclan las experiencias del BDSM, el fetichismo y la exhibición con los sentimientos de los personajes, sentimientos que les hacen ir cada vez más lejos y poner a límite su deseo y su relación.

Cuando tocaba Vivaldi, era imposible que conectara con nadie. Si hubiera sonado una alarma en la estación, probablemente no me habría enterado. Me llevé el violín a la barbilla y a los pocos minutos los pasajeros desaparecieron. Tottenham Court Road desapareció. Estábamos solo Vivaldi y yo, hasta el infinito.

Toqué hasta que los brazos me dolieron y el estómago empezó a quejarse, ambas claras señales de que era más tarde del tiempo que había pensado quedarme.

Los personajes son complicados, complejos, con una caracterización bien definida y una evolución clara a lo largo del libro. Summer es una chica excéntrica en ocasiones, algo recatada, con una pasión desbordante por la música, pues cada vez que toca es llevada a otra dimensión una en la que solo existe ella y el sonido de su violín y con una gran curiosidad desde joven por el sexo. Al principio del libro tiene un carácter más o menos definido, cuando conoce a Dominik va cambiando su perspectiva pues va descubriendo sus verdaderas inclinaciones pero llega un momento en el libro en que me ha parecido bastante perdida y maleable, abandonándose a lo que los demás le pedían sin oponerse.

Dominik por su parte es un hombre con las ideas claras, sabe lo que le gusta y lo que quiere y a pesar de que nunca se ha “liberado” del todo por lo que desea con Summer no será así. 

Hay varios personajes secundarios que también están bien definidos y que existen en la trama por una razón, aportando algo aunque al principio no se vea venir.

El libro tiene escenas candentes, muy bien descritas y llevadas. Los sentimientos de los personajes también están ilustrados a la perfección, por lo que a ambos los conoceremos muy bien. Cuenta con varios ligeros cambios argumentales, que dan al lector un motivo más para engancharse.

La verdad es que tengo muchas ganas de leer el resto de libros, ver con que me voy a encontrar, y eso que el final es bastante cerrado, por lo que tengo aún más curiosidad. Menos mal que queda poco para que salga el siguiente.

80 melodías de pasión en amarillo es un libro sensual, arrollador y diferente donde la música juega un papel principal.

*Gracias a Maeva por el ejemplar para reseña