Reseña El dragón de hielo de George R.R. Martin

¡Hola! Aquí estoy de nuevo, esta vez para traeros la reseña de un libro que ha salido hoy a la venta.

A Adara le gustaba el invierno por encima de todas las cosas, pues cuando el mundo se enfriaba venía el dragón de hielo.

No estaba segura de si era el frío el que traía al dragón, o el dragón el que traía el frío. Tampoco le importaba. Tales cosas podían preocupar a su hermano Geoff, desde luego no a su hermana Teri y difícilmente a su padre, John, al que solo inquietaba Adara… Porque se parecía a Beth, pero no tenía su calor. Porque llevaba el invierno dentro. Y porque cada vez que la tocaba notaba el frío, y se acordaba de que Beth murió en el parto, por su culpa.

Adara por su parte solo soñaba con que volvieran el frío y el dragón, cuya aparición era tan poco común que, al verlo, todos los niños señalaban con el dedo asombrados mientras los mayores murmuraban y sacudían la cabeza: los dragones de hielo traen el frío, y acortan la temporada de siembra.

El año de su séptimo cumpleaños Adara recibió la visita de un dragón de hielo cuando más lo necesitaba, porque su familia y su pueblo estaban siendo atacados por los ejércitos enemigos, y menos lo esperaba: en pleno verano.

Al poco, el invierno desapareció de Adara.

Un libro infantil del autor del momento George R.R. Martin, (Canción de hielo y fuego). El primer libro que leo de él, aunque ganas de leerme la saga que le ha catapultado a la fama no me faltan. Por el momento he podido degustar la pluma del autor con “El dragón de hielo”.

Con una niña diferente como protagonista nos enredamos en una historia de fantasía, con seres como El dragón de hielo, pájaros invernales o lagartijas de hielo. 

Dos reinos enfrentados en una lucha que lleva años combatiéndose. En un pueblo del norte colindante a la frontera de la nación vive Adara con su padre y sus dos hermanos. Adara es una niña diferente a todas las demás, no sonríe apenas, es solitaria y fría y no muestra apenas sus sentimientos; además su estación favorita -al contrario que sus hermanos- es el invierno, la estación en la que nació. En verano ya esta contando los días que le faltan para que llegue el invierno y con ello su amigo el dragón de hielo.  Cuando empiezan a llegar noticias de que la batalla se esta perdiendo y pronto los soldados enemigos llegaran al pueblo donde residen, que lo mejor es que todo el mundo se marche al sur, lejos de peligros; es cuando Adara teme que la alejen de el dragón de hielo y no pueda volver a verle nunca. ¿Pero que puede hacer, si solo es una niña?

La edición es preciosa (podéis verlo en las fotos que he hecho del interior del libro). Tapa dura, con una ilustración del dragón en la portada que en colores azules, blancos y grises representa muy bien el invierno que nos encontramos en la historia, y el interior no se queda atrás. Ilustraciones en blanco y negro preciosas. Páginas de calidad y un índice al final. 

La historia es sencilla, repleta de fantasía y con unos valores bien marcados en el argumento. La amistad, el amor y los sentimientos están muy presentes, al igual que la ternura, aunque también hay cabida para la dureza y la crueldad, todo dentro de que esta enfocado para un publico más joven. 

A los personajes se los conoce lo justo y lo necesario para entender por que actúan de ese modo. A la que más conocemos es a Adara, pues la narración se centra más en ella, en la niña del invierno. Pero también veremos a su padre John, a su tío Hal o a sus hermanos Teri y Geoff. 

El final es precioso y en conjunto el libro es una delicia.

Un cuento inolvidable que nos arrastra a un invierno frío y cruel a lomos de El dragón de hielo.

*Gracias a Montena por el ejemplar