Reseña Los secretos de Selkie Bay de Shelley Moore Thomas

Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo, en los océanos vivían las selkies, seres que podían deshacerse de su piel de foca y hacerse pasar por personas. Dicen que hoy día sigue habiendo selkies entre nosotros. Algunos afirman incluso que la madre de Cordie podría ser una de ellas…

El verano acaba de comenzar y los turistas acuden en manada a Selkie Bay, en la costa de Irlanda, atraídos por las leyendas. Cordie Sullivan, de once años, dejó de creer hace tiempo en esos cuentos de hadas. Pero ahora su madre ha desaparecido de la noche a la mañana. Y mientras intenta ayudar a su padre, que a duras penas consigue sacar a la familia adelante, y cuidar de sus hermanas pequeñas, un presentimiento empieza a apoderarse de ella. ¿Y si su madre fuera una selkie, como se rumorea en el pueblo, que se hubiera visto obligada a acudir a la llamada de los suyos? ¿Y si la propia Cordie y sus hermanas fueran selkies también? ¿Y si hubiera llegado la hora de visitar la isla que, según las leyendas, alberga el mítico reino?

En Selkie Bay los selkies (focas que pueden cambiar a forma humana en tierra) son algo más que leyendas y cuentos para niños, todo el pueblo fomenta el mito y gana turistas con ello. La familia Sullivan vive en ese pequeño pueblo y son felices a pesar de tener poco, al menos hasta que Cordie regresa a casa y descubre que su madre les ha abandonado.

Ahora Cordie tendrá que cuidar a sus hermanas pequeñas (Ione y Neevy) e intentar buscar algún trabajo para ayudar a su padre con las facturas, mientras las historias alrededor de su madre toman un rumbo inesperado. ¿Y si su madre les ha abandonado porque realmente es una Selkie? Las hermanas se embarcarán en una aventura para averiguar la verdad.

"Todas las leyendas provienen de alguna parte, todos los cuentos de hadas que has oído contienen una pizca de verdad".

Es un libro muy cortito y con una historia bastante entretenida y enternecedora, es un gran acierto que los personajes principales sean tres niñas pequeñas porque les da un toque inocente y mágico ya que vemos todo a través de los ojos de Cordie (que solo tiene 11 años) no obstante esto hace también que algunas situaciones queden raras o fuera de lugar y acaben sacándote de la novela por momentos.

También está muy bien ese toque fantasioso que Shelley Moore Thomas le otorga, llega un punto que te envuelve esa aura de fantasía y no sabes que es cierto y que no y juega con ello durante toda la novela. Escribe de una manera tan amena e intimista que hace que te leas el libro en un ratito, si quieres desconectar es perfecto, pero si buscas una historia más profunda e intensa este libro se queda corto, me ha dejado un poco fría y esperaba más, si bien es cierto que es una historia diferente y si buscas algo así seguro que acabas disfrutándolo bastante (pero no vayas por culpa de la sinopsis con las expectativas muy altas, no vaya a ser que te pase como a mí).

"Llorar no convierte a una persona en cobarde, te lo aseguro. Llorar solo hace que te cueste pensar con claridad"

Los personajes están bien, no son la gran cosa pero tienen su evolución y se les acaba por coger cariño -hasta cierto punto claro-. Tenemos a Cordie, la hermana mayor y que a pesar de su edad tiene que ocuparse de la casa, sus hermanas y ayudar a su padre con el dinero, cosas con las que no tendría que cargar pero que tras el abandono de su madre es lo que tiene que hacer y eso que por dentro guarda una terrible tristeza que oculta para que los demás no se preocupen. La hermana mediana es Ione, una niña vivaracha y atrevida que no se calla nada y por último Neevy, el bebé de 10 meses. También están el padre y el señor Doyle, un viejecito arisco.

Una historia que juega con la fantasía y la realidad, unas criaturas mitológicas diferentes y unas niñas protagonistas que le otorgan inocencia al relato.