Reseña Érase una vez un rebelde de Mary Jo Putney

Mientras Washington arde en llamas, Callista Brooke se ve atrapada en la batalla entre su Inglaterra natal y su tierra de adopción. En pleno ataque de las tropas británicas, cuando está a punto de perderlo todo –incluida su propia vida-, un apuesto caballero se abre paso entre la multitud y la rescata. Callie cae en brazos de su salvador, y descubre con sorpresa que, lejos de ser un extraño, su cara le resulta agradablemente familiar.

Lord George Gordon Audley había sido el mejor amigo de Callie durante su infancia. Y fue a él a quien acudió en un intento desesperado por evitar un cruel matrimonio concertado. Pero las consecuencias de su valiente intento por ayudarla no solo no evitaron el matrimonio, sino que enviaron a Callie a Jamaica y a Gordon a la colonia penal de Australia.

Contra todo pronóstico, Gordon logró sobrevivir. Volver a encontrar a Callie es como reparar su alma mancillada y, una vez más, jura hacer lo que sea necesario para protegerla. Pero la inocente amistad que compartieron en la infancia ha dado paso a una peligrosa pasión que puede salvarlos… o destruirlos.

Callie y Richard son amigos desde la infancia, dos niños rebeldes que solo se tenían el uno al otro, por eso Richard no duda ni un segundo cuando se entera de que a su amiga la quieren casar contra su voluntad con un hombre que la triplica la edad y decide que deben fugarse y casarse, pero la fuga no sale bien y él termina con cargos y apresado y ella casada y viviendo en América. Después de quince años, sus caminos se vuelven a cruzar cuando le piden a Richard que rescate a una joven viuda de la guerra que está acechando en los Estados Unidos, el reencuentro les hará descubrir que siguen unidos, pero los sentimientos de amistad han cambiado.

Se trata de la segunda parte de la serie “Calaveras redimidos” que está compuesta por seis libros, aunque no he leído el primero he podido embarcarme en esta historia sin ningún problema, así que creo que se pueden leer de manera independiente porque además cuenta con un cierre para los personajes bastante contundente.

Érase una vez un rebelde es un romance de época, la historia transcurre durante la guerra entre los Estados Unidos y Gran Bretaña en 1814 y este hecho histórico tiene gran relevancia en la trama pues los personajes se ven envueltos en ella y tiene consecuencias en sus vidas, me ha gustado que estuviera tan bien documentado y así descubrir una guerra de la que no sabía nada pero es cierto que se come todo el protagonismo y llega un momento que incluso vuelve un poco tediosa la lectura. La parte romántica no ha estado mal sin embargo esperaba algo más ya que me encanta el cliché de amigos a amantes y en esta ocasión me ha parecido un poco sosa, le ha faltado química y todo pasa un poco rápido. Eso si, me ha gustado como escribe la autora, tiene una pluma bonita y ágil y la ambientación es tremenda. 

Aunque el libro tiene una buena base y el ritmo es más o menos regular, tiene bastantes cositas que me han disgustado como que los conflictos se resuelvan súper rápido, que no se profundice más en la relación entre ellos, que tenga giros súper forzados para meter un dramatismo innecesario… todo esto ha conseguido sacarme un poco del libro, que no conectara con los personajes y que a pesar de no aburrirme y hacerme pasar un buen rato de lectura haya terminado siendo una lectura amena y ya, no hay nada que sobresalga y la haga especial. Pero si buscáis una novela histórica que os entretenga y tenga algo de romance esta es una buena opción. 

En cuanto a los personajes, la historia está contada a través de Callie y Richard, ambos de espíritu rebelde, duros y aventureros. Ella es familiar e ingeniosa, él no tiene escrúpulos a la hora de pasar a la acción, tienen un carácter peculiar, pero me ha faltado profundidad, algo más que me hiciera amarlos o sentir algo mientras transcurría la historia, pero se han quedado un poco planos al igual que le pasa a los secundarios, como la familia de Callie o los amigos de Richard, hacen su función y poco más, no he empatizado ni he visto una unión única. Son personajes correctos, con un carácter definido, pero les falta chicha. 

Una novela romántica histórica bien documentada, con unos personajes con carácter y un romance agradable.