Reseña La luz después de la guerra de Anita Abriel

En 1946 Vera Frankel y su amiga Edith Ban llegan a Nápoles. Son refugiadas húngaras que consiguieron escapar de un tren con dirección a Auschwitz y pasaron el resto de la guerra escondidas en una granja austriaca. Ahora, las dos jóvenes confían en hallar un hogar y un poco de paz en Italia. Armada únicamente con la carta de recomendación de un amable oficial, Vera logra encontrar trabajo en la embajada estadounidense, donde se enamora del capitán Anton Wight.

Sin embargo, al igual que Vera y Edith, Anton también lucha por superar las consecuencias personales de la guerra. Cuando desaparece repentinamente, Vera se verá obligada a volver a empezar de cero y a reconstruir su vida en América, dejando de nuevo atrás sus terribles pérdidas...

1946 Nápoles. Edith y Vera son amigas desde la infancia y acaban de llegar desde Austria a Italia como refugiadas húngaras del holocausto, han tenido que pasar por mucho y están dispuestas a salir adelante y luchar por sus sueños. 

Pensé que la historia me enamoraría, que me haría sufrir y terminaría entre mis favoritos como me suele pasar con la mayoría de los libros de este estilo, sin embargo, no ha sido así y eso que tenía todas las papeletas. La verdad es que me ha dejado bastante fría e indiferente, no he logrado conectar con los personajes y aunque me ha entretenido y ha tenido momentos muy buenos y emotivos no ha sido para mí, a lo mejor ha sido por el momento en el que lo he leído o por la manera en la que está contada, no lo sé, pero me fastidia no haberlo disfrutado como esperaba.

La historia está inspirada en hechos reales y nos cuenta las vivencias de Edith y Vera, viajaremos por Nápoles, Caracas, Austria, Australia y reviviremos su infancia en Hungría. Es una historia dura, de supervivencia, perdida y guerra, pero también de esperanza, amistad y amor. Lo mejor para mí ha sido la amistad entre Edith y Vera, una amistad inquebrantable que supera cualquier barrera, obstáculo y distancia, ha sido muy bonito el apoyo de la una hacia la otra. También veremos cómo está el mundo después de la guerra, como afecto a la población, la economía, los países y la inmigración. 

El libro abarca seis años, aunque hay flashbacks de la niñez y adolescencia de las protagonistas. Está bastante bien hilado y cerrado, aunque me ha parecido que la historia pasaba sin más, que todo era demasiado “fácil” ante situaciones tan horribles, no sé bien cómo explicarlo, pero esa sensación es algo que me ha ido molestando mucho según pasaba las páginas y no se ha ido en ningún momento. Es algo así como que todo estaba contado muy por encima y al no profundizar o al narrarlo de cierta forma no se le daba el peso necesario para empatizar con la historia y los personajes. 

Está bien escrito, se lee con bastante presteza y los personajes están muy bien construidos, aunque me hubiera gustado saber un poco más de Edith o tener algún capítulo desde su punto de vista. También hay un montón de secundarios pues viajan por un montón de países y continentes y conocen a muchas personas que marcarán sus vidas de alguna forma, desde romances, ha ayudas que les ofrecen, amistades u oportunidades laborales. 

“La luz después de la guerra” es un relato intimista y emotivo, repleto de esperanza, supervivencia y amistad.