¿Hasta dónde estás dispuesta a llegar para conocer los límites de tu placer?
Para la autora de novela erótica Dylan Ivory, el control lo es todo, ella lleva una vida organizada y segura, estable, sin riesgos. Hasta que se topó con Alec, un hombre que era todo lo contrario a ella... pero que era todo lo que realmente quería ser.
Alec Walker es un escritor de thrillers psicológicos y un hombre que vive al límite. Las motos, el snowboard, nadar entre tiburones, nada es demasiado arriesgado ni demasiado peligroso para él. Y ese riesgo también se extiende a sus gustos en el dormitorio. Alec encuentra el placer en la dominación y es en su club de BDSM donde da rienda suelta a sus deseos. Como labor de investigación y documentación para su próxima novela, Dylan mantiene un encuentro con Alec y éste la invita a probar los placeres que se ocultan tras ese delicioso fruto prohibido que es el mundo del BDSM. Alec quiere demostrarle que no hay placer más sublime que la sumisión y, con esa idea en mente, la tienta a probar el placer infinito. Pero, ¿sabrá él mantenerse firme ante la primera mujer que es capaz de hacerle doblar las rodillas? ¿Será Dylan capaz de conquistar su corazón?

No esperaba nada de esta obra, solo sabía que se la comparaba con 50 sombras y tocaba el tema BDSM, bueno y que las criticas la ponían regular. Quería cambiar un poco de registro, ya que me estaba centrando demasiado en lo juvenil y volver a leer algo romántico, y al ver que los protagonistas de este libro eran escritores me anime a cogerlo y probar.

Dylan es una escritora de libros eróticos que se esta documentando para su nuevo libro, se ha puesto en contacto con una sumisa que le ha recomendado hablar con un hombre dominante, para que conozca las dos caras del juego. Así es como conoce a Alec, un atractivo escritor de Thriller psicológicos que a su vez practica el BDSM y es dominante. Él la ayudara a investigar y poder poner esencia en su obra. Pero Alec le propone un trato, para que pueda plasmar bien el sentido del juego del poder debe saber lo que se siente y no hay mejor manera que probando, siendo su sumisa.
Si bien al comienzo Dylan rehúye y intenta tomar el control de todo, Alec le hará ver que el mundo donde va a ingresar le puede aportar mucho más de lo que espera.
No ha sido para nada el mejor libro de este tema que he leído, la trama esta perfectamente estructurada, las escenas sexuales están bien descritas y llevadas, hasta logra contar con un ritmo fluido y presto; pero ya esta, eso es todo lo bueno que tiene. Porque la idea era muy buena pero se quedo en eso, no ha sido bien explotada y se ha quedado todo como en una nebulosa superficial.

Los diálogos e incluso algunas situaciones -sobre todo al comienzo y al final del libro, donde todo pasa de repente sin ninguna razón de peso,- son artificiales, metidas con calzador; algunas frases o expresiones se repiten a lo largo del libro lo que se hace pesado de leer. La atracción y el deseo es algo lógico que aparezca desde un principio, pero de ahí a no poder parar de pensar en esa persona cuando solo la has visto una vez me parece demasiado. Por si fuera poco la autora solo se ha centrado en los protagonistas, toda la historia gira entorno a ellos, solo presentándonos ocasionalmente a algún amigo, y como no he logrado conectar con los personajes la historia tampoco me ha llenado, no he logrado vivirla, sentirla, como en otras ocasiones me ha pasado.
El tema principal, los juegos de poder, el control, el mundo de dominante-sumisa, lo he podido ver más que en otros libros. Además lo plantea con una filosofía y reflexiones para que lo podamos comprender como ellos lo ven. Esto también logra que los personajes (sobre todo Dylan) se ande comiendo la cabeza sobre lo que esta haciendo y como se siente al respecto.
Este libro pertenece a una trilogía, pero son libros que creo se podrán leer de forma independiente porque cada uno estará protagonizado por diferentes personajes - como Dante y Mischa, amigos de Alec y Dylan-.
El final a pesar de ser algo alocado me ha gustado, le aporta dulzura a tanta sensualidad. Como podéis ver En el límite del placer no ha logrado conquistarme pero me ha entretenido y hay cosas que me han gustado, así que seguramente lea los demás.
Un relato excitante y sensual que nos lleva a conocer algo más de la cultura BDSM.
*Gracias a Terciopelo por el envío del ejemplar