


Lucille es una chica como tú. Valiente, independiente, quizás demasiado perfeccionista. Tiene diecisiete años y un brillante futuro por delante. Hasta hoy. Porque ahora Lucille está al borde del precipicio, de la noche a la mañana, su mundo se ha hecho añicos y Lucille se enfrenta a una carga que ninguna adolescente debería soportar. ¿Cómo reconstruir un mundo que se desploma? ¿Cómo enamorarse cuando todo parece perdido? ¿Es posible ser feliz en el peor de los tiempos?
Una historia de pérdida, pero también de amor y esperanza. Una historia de personas normales haciendo cosas extraordinarias. Una historia sobre esa magia que está ahí, pero no siempre se ve a simple vista.

Lucille y Wren tenían una vida normal, preocupaciones propias de su edad y una familia algo diferente pero presente. No obstante, de la noche a la mañana toda su tranquila vida se desmorona cuando su padre enloquece y su madre se toma unas semanas de vacaciones, Lucille tendrá que hacerlo lo mejor posible para salir adelante sin que la separen de su hermana pequeña. Aunque parece que cada pequeño paso que da hacia delante la arrastra a más dificultades ¿Podrá sacar a su hermana y la casa adelante? ¿Tendrá sentido sentir enamorarse en ese momento? ¿Volverán sus padres?
"[...] Debería haber pensado en las escaleras -toma otro sorbo de limonada-. Supongo que debería agradecer que al menos pueda seguir tomando azúcar. Aún no tengo diabetes -golpea la barandilla con los nudillos y sonríe.
- Supongo que todos debemos estar agradecidos por las cosas pequeñas -me parece que es lo más apropiado que puedo decir."
La magia de las pequeñas cosas ha sido todo un descubrimiento, no esperaba nada de él y cuando abrí el libro y empecé a leer me quedé prendada de sus palabras, sus letras, cada oración. Sí, tiene esa magia, ese toque, que la hace especial aunque no cuente con una historia original o pueda tener mil cosas que chirrían, porque solo te puedes centrar en seguir pasando páginas y descubrir que va a pasar con Lucille, ver su fuerza de voluntad, su entereza, su gran corazón y la presión a la que está sometida que la hace madurar a pasos agigantados.
No puedo expresar (ni aunque lo intente con todo mi empeño) lo que me ha hecho sentir este libro desde el primer momento y hasta llegar a su final.

Lo único que no le ha gustado, y por lo que le he bajado la nota, es el final. Me ha sabido a poco, me he quedado con ganas de más, unas cuantas páginas no me habrían venido mal porque notó que se ha quedado un poco a medias. Tal vez solo tiene que ver con lo mucho que he disfrutado de su lectura y si se hubiera alargado más habría perdido parte de su encanto, pero es que yo quería saber mucho, mucho más.
"Entonces nos besamos de verdad y no implosiono ni me disuelvo ni me desmorono como había pensado. En cambio me hincho de felicidad y me siento mejor que nunca."

"La magia de las pequeñas cosas" es una historia dura, realista, dramática, de superación y sentimientos que rebosa esperanza y fuerza en cada página. Una pequeña joya.

